domingo, 14 de octubre de 2007

La loca y el inglés

En mi barrio hay una loca. Siempre se la ve paseando a ritmo de marcha militar mientras a gritos insulta a los peatones con lindezas como nazi, estirado, penner(una combinación alemana entre mendigo y gilipollas) y sus respectivas variantes y combinaciones.
Tiene que pasar bastante tiempo para que te des cuenta de que es inofensiva y que lo más que puede pasar es que del susto se te caigan las bolsas del super.
Hace unos días mientras salía de casa me llevé una sorpresa al verla parada delante de un portal.
Siempre que la veo realizo sin querer la estrategia del erizo: bajo la cabeza, reduzco espacio de movilidad e intento que la calle se expanda ante mi mirada para lograr que el límite de las cosas no me imponga existencia. Por esta vez pasé inadvertido.
Mientras pasaba entre el portal y ella logré escuchar esta conversación entre ella y un tío de unos treinta años, con pintas de pijo post-universitario.

Loca apoyada en un coche, fuera.
Tío dentro del portal, esperando.

LOCA: Leave the door open (Deja la puerta abierta)
TÍO: Was? (¿qué?)
Loca: Leave the door ajar (Deja la puerta entornada)
Tío: Was? (¿Qué?)
Loca: Open!! (Abierta!)
Tío: Entschuldigung, ich spreche kein französisch. (Lo siento. No hablo francés)
Loca: (prorrumpe en carcajadas)

Sigo mi camino. Quedan veinte pasos para llegar a la esquina. Cuando al fin llego se siguen escuchando las carcajadas de la loca, que con su pensamiento oblicuo y su eterno chándal gris ha dejado de gritar para reír.
La sociedad y su nueva punta de lanza retroceden y se pierden en la oscuridad del portal. Y en mis oídos resuena la risa roja de la loca, y todo suena a gran verdad.

3 comentarios:

hf dijo...

¡Maravillosa la risa de los locos!

Guido dijo...

Mi queridísimo Javi! Parece que la vida en Berlin tiene siempre nuevas locuras para deleitar un poco los sentidos. Al igual que Berlin, me encontré con que el defectuoso continúa siendo la misma Moloch de siempre. Espero verte muy pronto por aquí y también espero que hayas entendido este comentario aunque esté en japonés.
Abrazos.

Noe dijo...

Es una tentación demasiado grande pararse a contemplar a los locos, a mi siempre me ha parecido que ellos pueden ver más.

Un saludo.


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