miércoles, 5 de septiembre de 2007

Bohemia (IV)

Caen otras dos cervezas. Sensaciones: he de ir al servicio, ligeramente mareado con sensación de irrealidad, me da la impresión de no pisar, de haberme mimetizado con Jakob, de ser al fin gris...

Entre Charlo y yo sacamos el significado irónico del nombre: Jakob como un personaje de importancia vital en la biblia y "von" como designación propia de condes o duques. Demasiada importancia para un hombre que tiene la insignificancia por bandera.
A partir de ahora, el que suscribe estas líneas se retira y le cede la palabra a Charlo. Del intercambio de ideas vamos a pasar al monólogo de Charlo, el cual como el del actor del Burgtheater de "Tala" de Thomas Bernhard se convierte en filosofía del momento, de la vida.

"¿Por qué tanto yo en el poema? ¿Por qué tanto yo en la vida? ¿Por qué la obra entera es un monólogo, y por qué no para de hacerse fotos Jakob, fotos esparcidas por el suelo? Fotos para un currículum que insistentemente se le pide y que nunca puede escribir. En este mundo necesitamos pruebas de nuestra existencia, se nos pide constantemente a cada momento que probemos con papeles, con fotos, con representaciones de nuestro "yo" que existimos. Por eso tanto yo, por eso esa insistencia de un nombre grandilocuente para expresar insignificancia. Si no se nos pidiera nada, si se nos despojara de todo, nos quedaría el nombre. Por eso la insignificancia no es tal, es un intento de demostrar que si se nos quita todo, todo somos. Si no queremos nada, seremos ese yo que tan diluido está. Seremos nuestro nombre.
En el poema se dice también yo soy el corazón y ahí está la diferencia entre un verdadero artista y un farsante: el farsante piensa en la gente, el verdadero en las personas.
Transcrito desde el recuerdo fragmentado, desde un alemán peculiar y ampliado en vocabulario usando sinónimos para su mejor comprensión.

Bohemia(III)

Entramos casi los primeros y la representación ya ha empezado. Esto de entrar "in media res" es curioso. El escenario es muy sencillo, una mesa tipo escritorio, gramófonos, un potro de gimnasio, una radio, fotos por el suelo y un actor. Nada de esto cambiará hasta el final. El actor en calzoncillos y camiseta hace el mismo ejercicio físico animado por una voz monótona. Hora y diez minutos después termina.
Salimos un poco impresionados por la adaptación y por lo bueno que es el actor en particular y lo buenos que son los actores de teatro en Berlín en general. Estamos en proceso de asimilación, nos dirigimos al bar. Dos cervezas después. Sensaciones: un poco más animado, con un poco más de hambre y con un conocimiento vago de lo que Charlo me está contando. Algo de una chica a la que invitó a ir a la filarmónica, ya que ella le dijo anteriormente que le encantaba la música clásica. Me he enterado de la primera parte. Charlo lo repite todo, me enteró de la segunda: fueron a un bar en el que ponían música clásica y ella dijo que le aburría ése tipo de música. Los movimientos teatrales de Charlo se funden con la historia, se mimetizan con el local en un juego de luces y sombras en el que no hace falta decir paradoja.
Le pregunto su opinión sobre la obra. Me dice que la obra trata del viaje de vuelta a la tripa de nuestra madre. Me despierto. Se explica: Jakob quiere fundirse en la nada, ahogarse en su propia insignificancia, no progresar, no ser. Quiere cambiar el curso de la naturaleza desde la inacción, desde la destrucción de su identidad, de su orgullo. Quiere ir en ladirección opuesta.
Pienso en español, es un "apátrida de las almas". ¿Un alma-apátrida? ¿un almapátrida? Vamos Real Academia de la Lengua Española, afloja un poco. Entro en la conversación con un reguero de "pequeñas almas-apátridas" en alemán, todas ellas deseosas de formar una cadena de significado, luz hecha colores reflejados en varios prismas de lenguas de direcciones insospechadas.
Jakob es también un rebelde, alguien que como Bernhard tiene el mensaje de "siempre en la dirección opuesta", salvo que Bernhard está harto de romper cristales, de probar su flexibilidad ante los golpes de la vida, de los demás, de sí mismo... Charlo lo menciona: en realidad es un juego de espejos, una vuelta a lo mismo pero que siempre trae renovación, vida. Forzar la naturaleza a través de no ser, romper la campana de cristal desde fuera, volver al vientre de nuestra madre...

Bohemia(II)

Estoy en un banco en la cafetería del Deutsches Theater. Es el banco más alejado de la gente y lo comparto con una mujer de aspecto descuidado. Todo brilla y reluce menos nuestro banco. Es el banco de los marginados, de los que no quieren consumir sino sólo esperar a que sea la hora. No me importa, me siento a gusto entre gente que mira al infinito como la mujer, que pasa su mirada sin que los objetos y las personas se den cuenta. Es la mirada de personas con historias enterradas en el vacío, arrinconadas por la masa hacia los no-espacios. En los no-espacios no se habla, no hace falta. Uno se limita a preparar su entrada al espacio, en donde todo entra en fricción con ruido de cristales rotos,la gente te mira, les devuelves la mirada y se construye un nuevo cristal.

Saco "Tala" en alemán. Estoy en el capítulo de los cadáveres artísticos. Me río. Espero a Charlo, dramaturgo coreano-ciudadano del mundo(abstenerse pensamientos que comparen "Ciudadano del mundo" con Manu Chao). Todo es raro. Llega Charlo, leemos el poema de "Liebe" y el folleto. Le explico un poco de que trata la novela de Jakob von Gunten. No importa la trama, sólo que Jakob quiere convertirse en un cero a la izquierda en la vida, alguien que en su insignifancia no cuente, un intento desesperado de no romper más el cristal, de no ser siendo.

Ya no veo a la mujer. Le habrán construido un nuevo cristal. Pienso que hay una relación directamente proporcional entre la edad y la rapidez de construcción de un nuevo cristal. Charlo me despierta a base de surrealismo. Sin darme cuenta le he tirado unos deberes que me quería enseñar, los he recogido del suelo y se los he devuelto con una disculpa. Él me tira los míos. Me quedo sorprendido, le oigo murmurar: " Tú me has tirado lo mío..." La carcajada sale sola. Es hora de entrar...

Bohemia (I)

LIEBE

Ich bin der Liebling meiner selbst,
ich bin es der mich liebt und hasst
Ach, keine Liebesnacht erfasst
mich selbst so völlig wie ich selbst.
Oft wenn ich stundenlang allein
mit mir in Selbstgedanken lag
war ich mir Nacht, war ich mir Tag,
war ich mir Qual und Sonnenschein.
Ich bin die Sonne, die mich wärmt,
Ich bin das Herz das mich so liebt,
das so vergessen sich hingibt,
das sich um seinen Liebling härmt.


AMOR

Soy el favorito de mí mismo,
soy lo que me ama y me odia.
Ah! Ni siquiera el poder del amor
me entiende tan completamente como yo.
A menudo, cuando he estado horas
enteras entre mis pensamientos
he sido la noche, he sido el día,
he sido la tortura y la luz del sol.
Soy el sol que me calienta.
Soy el corazón que me ama,
que me entrega así al olvido,
que se aflige por su favorito.

Robert Walser